lunes, 12 de octubre de 2015

La artesanía de Belén Rodriguéz y Sergio García

Puedes llamarles Sergio y Belén o Belén y Sergio…. el orden da igual porque aquello lo tienen entre ellos ya bien asumido. Puedes gritarle de tras la esquina de una plaza en el centro o susurrarles en el escalón de una callejuela peatonal de un rincón medieval, que siempre se giran y te contestan con una sonrisa. Una pareja de amigos que se estiman mutuamente, dos colaboradores que hacen de su relación profesional una mina de oro, una caja donde guardar todo lo más bonito que tienen y quieren. Su fuerza, su pasión, su energía se transmite al instante. Sen Ánimo de Nome os presenta Belén Rodriguéz Frías (Madrid, 1990) y Sergio García Ríos (Ávila, 1989). Belén se ha formado en la complutense de Madrid estudiando Bellas Artes también si antes hizo un año de Historia del Arte y Filosofía por la Uned mientras  Sergio estudió un año de carpintería en el 2006 y estudia actualmente un curso de forestal. Los dos trabajan artesanía y se mueven manejando el trabajo en equipo. Vamos a descubrí con ellos los secretos de su arte y de este mundo artístico muy variado y coloreado.

Bélen: “La naturaleza como fuente de mi inspiración artística”.
Sergio: “No trabajo con patrones, me gusta que cada obra sea nueva y espontanea”.

Los Artilugios de Mu

¿En qué momento empezasteis con la artesanía?
Sergio:
Empecé como hace 5 años en el 2010 cuando conocí a Belén que hacía alpaca (artesanía en alambre) y de ahí  me vine un poco la idea de empezar con el mundo de la artesanía. Aprendí así a trabajar la alpaca y en un segundo momento me concentré con el cuero, un material que me enamora y que me da una energía increíble para trabajar con él.

Belén:
Empecé yo también con la alpaca, gracias a unos amigos de Madrid. Trabajo que me daba también para vivir y me encantaba poder sacar provecho de algo que me gustaba hacer. Sergio me ayudó mucho en poner normas en mi manera de organizar el trabajo. Ahora por fin empecé con la ilustración y el dibujo,  retomando lo que había estudiando en mi carrera de bellas artes en Madrid.

¿Cuál es la técnica o el material con la que más os gusta trabajar?
Belén:
Trabajar la alpaca ha sido una experiencia importante y que me sigue ilusionando pero la ilustración es mi verdadera pasión, algo que tenía muy presente desde pequeña. Anduve por muchos caminos para luego volver al primero. Creo que me vino bien trabajar la artesanía y aprender  las cosas pequeñas sin ninguna pretensión de ponerme ante un cuadro grande. Centrarme en el trabajo manual, de aprendizaje, de proceso, me ayudó mucho a mi persona y madurez. Hacer trabajos pequeños para luego hacer obras de tamaño de grande dimensión. Una vez involucrada en el mundo de la artesanía vendiendo mis trabajos artesanos de piedra con alambre, entendí,  porque no vender también mis dibujos, mis trabajos personales que más amo.
Belén nos da una rápida explicación de lo que es el trabajo del alpaca: Es una aleación de zinc, cobre y recubierto en plata, se trabaja con alambre muy maleable, se calienta y se trabaja con alicates. Sirve para hacer engarce de piedra, colgantes, pendientes, trabajo de cocido con argollas y muchas más cosas, depende de cada uno, de su genio e imaginación. Cada artesano tiene sus cosas diferentes y personales.

Sergio:

En realidad lo que más me gusta es el cuero. Estoy mucho más conforme con los resultados que me favorece el cuero respecto a los que me pueden dar el alambre. El alambre me gusta pero el cuero  me satisface mucho más y con el tiempo veo que estoy  avanzando en mi aprendizaje y que la calidad de las piezas va mejorando.  Es algo apasionante para mi, una ilusión, con el cuero trabajo mi imaginación de crear nuevas piezas. No me gusta que mis trabajos sean seriados, que salgan iguales, quiero siempre que cada obra sea nueva y espontanea.  Tampoco me gusta trabajar con patrones y sus diseños.  Lo he hecho pocas veces, pero no suelo trabajar con ellos.

Pequeñas obras artísticas con un gran cociente de creatividad. ¿Cuánto amor Sergio le pones cuando trabajas?
Sergio:
Bastante, pero depende….. si son encargos urgentes no le pongo tanto amor como si fueses piezas que se me ocurren a mi. Disfruto más cuando hay un trabajo que sale de mi vena creativa, como un bolso, una riñonera y dedicarle el tiempo que deseo sin ninguna prisa o presión. Puedo acabar una pieza en cinco meses, pero si lo hago a mi manera, cuando me va apeteciendo, es ahí cuando gozo de verdad en la creación de una obra artesanal, no cuando tengo el tiempo vinculado. Para que la pieza salga viva y bonita hay que ponerle la justa energía.

Y tu Belén, ¿de dónde sacas la inspiración?
Belén:
Quizás mirando con lo que hay alrededor, siempre se mira a lo que hay a tu alrededor y se piensa que se puede hacer con ello. Cualquier cosa ves en  la naturaleza, imaginas en que la puedes convertir, utilizando tus manos, tu inteligencia con tu cerebro y con toda tu creatividad. La verdadera inspiración viene de cualquier entorno donde sepas estar conectado con esta mentalidad de ser creativo. La idea es de reutilizar las cosas. Encontré esa concha ¿qué puedo hacer con ella?  Encontré eso ¿qué se me ocurre, que puedo montar con ello?  Vas haciendo cositas aisladas que las puedes combinar y al final van saliendo cosas nuevas.

Sergio:
Vas visualizando tu entorno, quizás encuentras algo y al principio no te sale ninguna idea pero más la mira y más se te van ocurriendo cosas. Hay que jugar mucho con la imaginación. Sacar de contexto las cosas, a lo mejor viste la curva de un árbol o de una raíz y se te ocurren diferentes formas para aplicar a tu arte y tu forma de crear. De repente te inspiran las funciones de un árbol o las características de un material que te hacen entender como torcer un alambre para deducir como pueda encajar mejor una piedra.  Observando las cosas se te ocurren las ideas.


¿Qué tipo de interacción se crea con el público en la calle? 
Belén:
Trabajar en la calle tiene sus cosas malas y buenas, te expones totalmente a los demás. Es como sacar tu trabajo y tu corazón para ponerlo en una mesa. Todo el mundo pasa por ahí, te pueden juzgar en cuanto en positivo como en negativo. Muchas veces no vendes nada pero estás sacando provecho o confianza en ti mismo en cuanto hay gente que valora tu trabajo y te lanza mensajes positivos. Se interesan en lo que haces, te preguntan las técnicas para llegar al producto final. Otras veces hay gente que no valora este trabajo, sobretodo gente acostumbrada a productos industriales, y la energía se nota, llega.


¿Cuánta competencia hay? Me contasteis que en verano en las fiestas de Santiago de Compostela habéis preferido desmontar el puesto y dejar el espacio porque había demasiada competencia entre uno y el otro.
Belén:
Hay que tenerlo claro, la brama de vender no puede nublar la pasión artística que te ha llevado a crear tu pieza. No olvidar el proceso de como tu llegas a esto. Es normal que quieres sacarte la vida con ello. Si quieres sacarte un negocio haciendo artesanía quizás no estás tratando tus piezas con el amor suficiente para sacar un buen resultado. Creo que hay que tener un equilibrio. Obviamente tu trabajo tiene que ser valorado, bien pagado porque es digno de ser tal. Pero para mi punto de vista es muy importante que esto no se convierta en un negocio, perdería la magia.

¿Cuánto se aprende con las relaciones artísticas que vas encontrando en la calle?
Sergio:
Depende con el artesano que coincida. Hay artesanos que están abiertos a enseñarte cosas nuevas, sus técnicas que son únicas porque cada uno hace cosas diferentes. Otras veces encuentras personas muy cerradas que se guardan sus trabajos para ellos y no lo comparten con nadie. La persona con la cual más he compartido aprendiendo en este mundo es un amigo de mi pueblo de Ávila, él trabaja el cuero como yo y cada vez que uno de los dos aprende algo nuevo, siempre nos lo enseñamos. También si solo nos vemos una vez al año, lo de compartir y aprender juntos es lo nuestro, nos regalamos e intercambiamos cosas para trabajar, con él es algo especial.


¿Cuánto os ayudáis en la ideación de las obras? 
Belén:
Tenemos una parte que es de cada uno pero la filosofía de nuestro trabajo es la misma. La estética del puesto la cuidamos entre los dos y muchas veces pensamos juntos los diseños. Lo bueno nuestro es que siempre nos consultamos haciendo una crítica constructiva. No nos sirve decir que bonito. Es necesario puntualizar algo que no está bien para entender como mejorar, nos gusta trabajar como un equipo.

Hacer artesanía es también como hacer terapia, ¿os ayuda de verdad en adquirir tranquilidad y paciencia?
Sergio:

Por supuesto, es como volar, te lleva a otro estado. Cando estás haciendo artesanía no piensas en nada más. Desconectas de todo y te centras en ello, da igual la técnica o el material que estés utilizando. No siempre, pero la mayoría de las veces es como viajar en un estado de meditación.

¿No creéis que el mundo de la artesanía venga un poco devaluado respecto a las artes mayores?
Belén:
Sé que esto es así pero no me sirve. No creo que existan jerarquías en la creatividad artísticas y humanas. Soy consciente que la pintura, la escultura y la arquitectura son las artes mayores pero yo elegí ser artesana de manera convencida. Para mi la diferenciación de nivel en el arte no existe, son conceptos que hemos generado nosotros seres humanos.  Es ridículo, quien somos para decir o elegir que es mejor o peor. Para mi todas las cosas que vienen del corazón, de las manos y del cerebro humano son igual que artísticas.

¿Qué mensajes darías a un joven con mucho genio artístico de no dejar nunca su pasión?
Sergio:
Que busque estar a gusto con lo que hace, que busque el material que más le apasione. Si empiezas y te metes en el camino del arte porque te sale de dentro y te gusta, aunque pasas por fases de parones, nunca lo vas a perder.

Belén:
Acompañarle en el proceso creativo quizás con la oportunidad de un taller, y a través de ello transmitirle la pasión que yo tengo para que ellos mismos experimenten que eso no lo quieren dejar. Hacerles ver y entender  lo que ellos sienten de verdad y que tomen una decisión propia, ayudarlos a verlo por si mismo, con sus propio ojos. El arte es un sector muy importante y que el ser humano tiene que seguir fomentando, la cultura y la creatividad son temas fundamentales de nuestra sociedad y hay que seguir luchando por ellas.


¿Algún proyecto en futuro?
Belén: 
Me gustaría meterme a un curso de ilustración y de diseño gráfico, ahora estoy trabajando en ello de manera autodidacta. Además estoy trabajando a un proyecto para un concurso para la digitalización de un libro electrónico Latino Americano que promueve su cultura. Estoy ilustrando las poesías de Jota Mario Arbalae en su libro “El cuerpo de ella” y espero poder ser yo la persona que ilustre el libro del escritor. Estoy trabajando haciendo dibujos en acuarela y tinta china, después los transformo en formato digital. Representando cuerpos de mujeres. La mujer de la que habla Arbalae es una musa del nadaísmo, una corriente de pensamiento nacida en Colombia. Estoy aprovechando de la oportunidad del concurso para crecer profesionalmente y aprender algo de lo que me gustaría trabajar en futuro.
http://ellibrototal.com/ltotal/

Sergio: 
Mi proyecto futuro quiero que se oriente a la naturaleza. Ahora estoy estudiando forestal, la naturaleza es otra de mis grandes pasiones. Así que me gustaría fusionar mis pasiones, la naturaleza con la artesanía. Y tengo en mente de empezar a utilizar las raíces de los árboles, una madera muy noble y con la que se puede jugar mucho gracias a sus distintas formas irregulares. No te sabría decir todavía que podría crear con ellas pero tengo muchas ganas de meterme con ellas y lanzar mi imaginación en el abismo para sacar nuevas piezas ingeniosas.

Fabrizio Rosano
29/07/2015
Santiago de Compostela

No hay comentarios.:

Publicar un comentario